jueves, 22 de marzo de 2012

CERNNUNOS



” El astado”, es un dios céltico de la fecundidad, de la existencia, de las bestias, de la energía, y el mundo subterráneo, y con el nombre de Cernunnos o Kernunnos, lo identificamos en la Keltia continental y transalpina, incluida la Bretaña Armoricana.(Bretaña francesa actual).

Su culto está relacionado con la fertilidad, con la vida salvaje, Señor de todos los animales y protector de éstos. Dios de la sabiduría, de la renovación de las estaciones e incluso del mundo subterráneo. Reverenciado como máximo exponente del amor físico, de la virilidad e incluso de la reencarnación.

Este antropomorfo Dios nace en el punto de máxima inflexión del solsticio de invierno y de acuerdo a las normas del ciclo vital, muere en el punto álgido del solsticio de verano. Muere y renace constantemente en el perpetuo ciclo de la Tierra.

Su naturaleza es esencialmente terrenal y la cornamenta de su cabeza es símbolo de majestuosidad, de Rey de los bosques a los que protege. Los dioses cornudos son siempre dioses de sabiduría y poder.

Su animal más representativo es el Ciervo. La evidencia más clara de la influencia de este animal es que aparece en numerosas leyendas e iconografías celtas, tanto en el continente como en las Islas. El simbolismo del ciervo es muy amplio. los galos usaban numerosos talismanes de cornamenta de ciervo y en enterramientos junto a hombres y caballos, se han hallado restos de ciervos, en Newgrange, lugar de enterramientos rituales de Eire y como no también en Stonehenge y Glastonbury.

Todo parece indicar que los primeros en reverenciar al ciervo fueron los celtas continentales, pasando luego a los celtas insulares.

El ya famoso Caldero de plata de Gundestrup, hallado en Dinamarca, zona no celta, pero que se supone llegado hasta allí por el producto de algún saqueo o intercambio, aparece el dios astado, en postura sedente que nos recuerda a las imágenes de Buda, con un torque en una mano y una serpiente en la otra, rodeado de figuras de diferentes animales, entre ellos por supuesto el ciervo. Los torques, como bien sabemos son y eran un adorno distintivo de un alto rango. En este caso de un alto rango como Dios. La serpiente, al igual que la cornamenta cérvida, simbolizan la regeneración a los que ambos se someten.

Lugares y monumentos con su figura se descubrieron en diversos lugares, así como objetos, tales como una moneda de plata de los celtas belgas remos, que actualmente está depositada en el Museo Británico. Otro de los monumentos notables con su efigie, se halla en Reims (Francia), donde aparece como dios de la abundancia en un altar con un cesto repleto de vituallas y monedas.

Aunque tenemos un nuevo nombre tardío, que sólo se remonta a la época de la cristianización de Europa, cuando los dioses de las religiones Naturales, más antiguos, pasaron a ser los demonios de la nueva. Los próceres y acólitos de la nueva religión, identificaron a su Satán, con nuestro natural y ecológico Cernunnos. De esta guisa el venerado y respetado Dios, se convirtió en la imagen más execrable del cristianismo.

Y la imagen del Dios se diluyó en los ríos y lagos de aquellos bosque a los que protegía y su amplio culto desapareció junto a los druidas de antaño por la intransigencia de Roma, esta vez, cristiana.

Comentario sobre el Ciervo asociado a Cernunnos

Los ciervos, tanto hembras como machos, aparecen frecuentemente como animales hechizados con una especial conexión con la Madre Tierra y el Mundo de las Hadas. Es un animal de enorme energía, muy totémico y si posee las astas blancas, poco comunes entre éstos, es un símbolo esencialmente poderoso, si además posee su cornamenta siete puntas, entonces es la máxima simbología de madurez, experiencia y sabiduría. En la canción de Amergin se canta: “Soy un ciervo de siete puntas”. Este prestigio del ciervo astado, en su simbología está también relacionado con la apariencia, belleza, gracia y agilidad de su porte.

En la tercera división del ciclo mitológico irlandés, que es el ciclo Fenian que cuenta las hazañas de Finn Mac Cumhaill y sus compañeros, también se describe a este animal como mágico y relacionado con el viaje que realizan los muertos al Otro Mundo. Finn Mac Cumhaill, tuvo un hijo, producto de sus amores con un hada Sadv, convertida en cierva dorada, al cual nombró Oisín (pequeño ciervo), quien más tarde se transformó en un famoso guerrero, y se casó con Niamh, la del pelo dorado.

En nuestra época y sociedad actual no es extraño, que la cornamenta haya perdido todas sus connotaciones naturales, sus simbolismos y privilegios, y ya solo sirva de mofa sexual-marital, indicando con su simbología el sarcasmo de las infidelidades conyugales.

Artículo de Iolair Faol.

1 comentario:

  1. Es muy interesante el mansucrito, pero no pude terminar de leerlo.
    Como sugerencia: No serìa mejor que el fondo de la pantalla sea màs claro¿?
    Fondo negro con letras blanquitas y tan pequeñas cansa la vista, al menos para mì.

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